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viernes, 12 de octubre de 2012

#397


Cuando abrió los ojos, había una gran caja junto a la puerta. Casi se levantó de un salto. Era extraño, después de varios días de reclusión, sintió una emoción similar a la que sentía cuando era niña y venía Papa Noel. En aquel lugar, salvo el camisón, no tenía nada.

Había una caja más pequeña dentro con ropa de Victoria's Secret. Había un poco de todo, aunque en su mayoría era ropa cómoda como pantalones de yoga o sudaderas. Se sorprendió porque eran de su talla y habían sido elegidas con gusto. Se puso un conjunto de lencería negra, un jersey y unos pantalones gris oscuro y una chaqueta de lana verde botella. Era calentita y suave.

Sueltos por a caja había también varios libros. Eran ediciones antiguas en inglés con un olor especialmente característico y anotaciones en la mitad de las páginas. Dedujo que las habría bajado de la casa de arriba. 

Comprobó decepcionada que Himmel no le había traído la radio. En cambio, le había bajado un viejo discman y un único disco. Sacó el disco de su funda y lo colocó con cuidado dentro del aparato. Le impresionó conocer aquella triste melodía. Miró la portada. Adele. 21, leyó. Había escuchado aquel álbum en el bar el día que se marchó de casa. El camarero lo había puesto para ella y le había explicado que aquella cantante limpiaba el alma con sus letras y su voz.

Ahora veía por primera vez su rostro. Sobre un fondo gris, aparecía el rostro de una mujer con los ojos cerrados y expresión melancólica. En aquel momento no había apreciado su letra, pero, en la soledad de aquel sótano, sintió cómo a voz de aquella mujer cantaba para ella.

Transcurrieron varios días hasta que todo volvió a la normalidad y las horas comenzaron a pasar más o menos de manera soportable. Sus ojos echaban de menos la luz del sol y sus pulmones gritaban la necesidad de aire fresco. A veces tenía que obligarse a respirar hondo para hacer desaparecer esos pinchazos que sentía en el corazón cada vez que terminaba aquella canción que ya se había aprendido de memoria, Take it all. Una canción que le desgarraba el alma y le sacaba hasta el último de los suspiros que albergaba en su interior.

Deseaba con todas sus fuerzas escapar de allí, pero, al menos, desde que Himmel pasaba más tiempo con ella y Adele cantaba para ella, ya no se sentía tan sola.

Cuando las cosas estaban mal, su abuela solía decirle algo que hasta entonces no había tenido sentido alguno para ella: "Lo contrario es lo conveniente.". "Cuando haces algo que no se espera de ti, desarmas al otro por completo, Heaven." , le dijo una vez.

Se dio cuenta de lo sabio que era aquel consejo cuando empezó a usarlo con Himmel. ¿Cómo? Hacía lo contrario que esperaba de ella. Se mostraba amable con él. No era fácil hacerlo cuando esa persona te ha tratado de mala manera, pero poco a poco consiguió hacerlo casi de manera natural. Sólo fue consciente de su estrategia cuando por fin accedió a que subiera al baño a asearse.

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