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domingo, 29 de enero de 2012

#352

Miró a través del baúl, el vacío del bosque parecía enorme, inacabable. Parecía que se la tragaría de un momento a otro. Heaven odiaba tener que estar allí, odiaba lo que había sucedido. Pero ahora era demasiado tarde para lamentarse. Ya no podía hacer nada al respecto, no podía estar en otro lugar.


Abrió la tapa del baúl y miró a su alrededor mientras pasaba la mano por su pelo. Soltó un suspiro esperando que aquello fuera suficiente para hacer desaparecer las ganas de llorar que la habían atormentado durante todo el día. Sus pupilas estaban dilatadas y sus ojos humedecidos, pero se negaba a soltar una lágrima. 


Levantó la cabeza y volvió a mirar a su lado. El bosque estaba ya a oscuras y al fondo la nada, la oscuridad.  El viento soplaba chocando contra las hojas de los árboles, llenando el bosque de ruidos extraños y silbidos aterradores que llegaban hasta el alma que Heaven ya no poseía.Volvió a suspirar, las ganas de llorar seguían aún presentes y estaba segura de que no se irían nunca. De repente hubo una corriente de aire que hizo que el frío le golpease la cara. No se merecía llorar y desahogarse, no cuando ella había matado a sus padres. 


Heaven se sorbió los mocos y cerró la tapa del baúl. Tenía que salir de allí. Aún estaba cerca de casa y aquello la estaba matando incluso después de muerta. Así que solo se le ocurrió una solución: empujar el baúl hasta cruzar el bosque. 

3 comentarios:

  1. que bonito escribes me gusta :)
    http://www.princesailusa.blogspot.com/

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  2. Wow! Hace rato que no me paso por aquí y ya veo un nuevo cuento, un nuevo personaje, una nueva vida que contar.
    Me ha encantado!
    Saludos...

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¡Hola! Acabas de decidir garabatear algo para mi, espero de todo corazón que te haya gustado mi blog.
¡Un besito! ¡Y gracias por pasar!
(¡Ah! Y no olvides que puedes quedarte en el desván ^.^ )