La pistola quería dispararle, quería atacarlo y atravesarle la cabeza. Lo anhelaba. Pero Hell no sería capaz de hacerlo solo, necesitaba que alguien lo hiciera por él. Era lo único que lo separaba del mundo de los muertos, del infierno que había vivido y que llevaba pegado incluso en el nombre.
- ¿Sabes? Creo que no deberías hacerlo, después te arrepentirías, créeme cuando te digo que sé de lo que hablo. - dijo alguien a sus espaldas.
- Tú no sabes lo que he pasado, quiero hacerlo.- dijo Hell llorando.
Bang.
Las manos de Hell estaban tan temblorosas que había acabado disparando al aire. Heaven se acercó a él y lo abrazó por detrás, muy suavemente. Hell bajó el arma y se dejó abrazar mientras sollozaba. Heaven le quitó la pistola de la mano y la tiró lejos de ellos.
- Ya pasó, ya pasó... - dijo acariciándole las mejillas y secando sus lágrimas.- ¿Estás mejor?
- ¿Por qué no me has dejado hacerlo?
- ¿Prometes no decir nada?
- Sí.
- Sé lo que es estar muerto, o bueno, en parte. Yo.. soy vampiresa.
- ¿De verdad?
Heaven abrió la boca y le mostró sus colmillos.
- Puedo... ¿puedo tocarlos?.- dijo Hell mirándola a los ojos.
- Sí, supongo que sí.
Hell acercó su mano y tocó los colmillos con suavidad.
- Me llamo Hell.
- Heaven.
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Hace tiempo que no me pasaba por tu blog, y veo nuevos relatos.
ResponderEliminarEste me gustó muchísimo :)
Saludos!
¡Gracias!
EliminarSí, últimamente estoy inspirada con Heaven :)
Un beso y gracias por pasar ^.^
Llena de accion, me encanto
ResponderEliminar¡Gracias! ^.^
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