#357

Heaven había cumplido dieciséis años. Llevaba desde los ocho encerrada en el orfanato. Pero aquel día era especial, era el día en el que se fugaría. 


Con el tiempo, Heaven se había convertido no solo en una hermosa muchacha, sino también en toda una asesina sanguinaria. Carecía de escrúpulos y de sentimientos. Mataba por placer y diversión, y le encantaba ver sufrir a sus víctimas. Para poder escapar del orfanato mató a siete guardas de seguridad y un niño de tan solo cinco años que intentó destapar su huida. 


Sabía perfectamente dónde iba a ir. Aunque no tenía sentimientos, la noche en la que mató a su familia la seguía atormentando día y noche. Eran recuerdos que siempre estaban con ella, dentro de su alma inmortal. La aflicción aún no había desaparecido. 


Corría por el bosque con dos únicas cosas en mente. La primera era una pregunta, ¿volvería a ver la luz del sol alguna vez? La segunda, su casa. Allí se dirigía. 


Cuando llegó, vio una sombra tras la ventana del comedor, la de un chico de aproximadamente veinticinco años. Sin pensarlo, entró a la casa y se puso frente a él.


-¿Quién eres?
- La que te va a matar por entrar su casa. ¿No te han enseñado que eso es ilegal?


Una risa histérica salió de la boca del chico mientras éste se le acercaba lentamente. En cuestión de segundos, le había clavado un cuchillo donde debería estar el corazón. En realidad estaba, solo que hacía tiempo que había dejado de latir.


- ¿Creías que con esto podrías matarme? - dijo Heaven arrancando el cuchillo de su pecho y tirándolo al otro lado del comedor.
- No me jodas - dijo el chico dando un paso atrás.- Vete al infierno. 
- De allí vengo cariño. - dijo mientras se lanzaba a su cuello.