#350

Heaven estaba rodeada de bosque. El sol apenas alumbra y no sabe si es porque ha llegado el crepúsculo, o por la densidad de las copas de los árboles. Tiene la nariz entumecida por el olor a tierra mojada y hierba. Caminaba y caminaba sin saber donde ir, caminaba bajo la lluvia, incesante, fría, que la golpeaba por todos lados.

Al principio seguía un rastro. Un olor dulzón que la había atraído y que cruzaba el bosque. Pero cuanto más entraba en el bosque, más olía a hierba y menos a ese rastro que tanto le había costado seguir. Y lo peor de todo es que estaba perdida. Una niña de ocho años, perdida en mitad del bosque. Al menos no moriría de sed, pues llevaba tres botellines de sangre en el baúl que arrastraba desde el que un día fue su hogar.

Estaba cansada y empapada, el frío le helaba hasta los huesos. Paró y se tumbó encima del enorme baúl para descansar un poco. Estaba muerta de hambre, pero no sabía cuanto tiempo pasaría allí, por lo que no podía agotar aquella pequeña reserva de alimentos que llevaba consigo. Además, cada vez que tomaba un sorbo de aquellos botellines, su corazón, a pesar de muerto, se encogía de dolor. Sin apenas darse cuenta, sus ojos fueron cerrándose, sumiendo a Heaven en un efímero sueño, menos placentero de lo que cualquiera pensaría. Soñaba con su familia, con sus padres y su hermana el día que se tuvo que marchar de casa.


¬Os presento a Heaven. Una pequeña vampiresa incomprendida. Sé que no es el tipo de historia al que os tengo acostumbrados, pero hacerle un hueco porque se le coge cariño :) Por cierto, siento haber estado desaparecida una semana completa, pero ahora estoy bastante atareada :S De todos modos, voy a intentar sacar un poco más de tiempo para escribir más.