#333

Paseaba su azulada mirada por la clase. Las paredes eran tan blancas como su piel, y por las ventanas entrada la cálida luz del sol de media mañana, iluminando así los mofletes de Evelyn. Ésta sonreía. Era una amplia sonrisa de sus labios rosados. Sus ojos miraban disimuladamente a Dimitri, era una mirada de amor, un sentimiento de Dimitri compartía con ella. 

Sonó el timbre y todos recogieron sus cosas, para salir después por la puerta que daba al pasillo. Buscaban el sol de la primavera, pues todos estaban hartos del frío invierno. Evelyn se quedó de las últimas. Unos brazos la abrazaron por detrás. Al darse la vuelta vio esos ojos azules que tanto le gustaban. Su sonrisa de amor se hizo más grande todavía. Dimitri acercó sus labios al cuello de Evelyn y la besó dulcemente.

- Hoy hueles a fresas- susurró a su oído. Las mejillas de Evelyn se tornaron rojas. Dimitri levantó su mano y la pasó por el pelo color chocolate de Evelyn. - ¿Sabes? Yo nunca he probado el chocolate con fresas.-dijo pícaramente.

Dimitri le cogió la cara con sus manos y la besó. Después la miró con los ojos azules mientras se relamía los labios. 

- Tú sabes a regaliz, siempre sabes a regaliz- dijo Evelyn pegando su frente a la de él.- Me encanta el regaliz, aunque me gustas mucho más tú.

Dimitri soltó una risita de felicidad. Atrapó nuevamente a Evelyn entre sus brazos y volvió a besarla en el cuello.

- Qué tonta eres.- dijo aún pegado a su cuello. Después le cogió de la mano y tiró de ella hacia el patio, hacia el sol de primavera.- Sé que te encanta el regaliz, por eso todas las mañanas me como un par para que así puedas olerlo todo el día.

¬Siento haber andado desaparecida, he estado ocupada.