- Dame las gominolas o te violo.
- ¡Pues violame! - dije yo decidida mientras miraba aquellos grandes ojos azules.
Me besó con pasión y empezó a acariciarme todo el cuerpo. Me estaba subiendo la blusa cuando oímos el ruido de la puerta de un coche. De dentro salió un hombre bastante mayor y se dirigió al contenedor que había a nuestro lado. De repente, él me soltó y gritó.
-Sí, es lo que parece.
El hombre tiró la basura y volvió al coche sin decir nada. Acto seguido me puse bien la blusa y le tiré las gominolas a Alberto.
-¡Toma!- dije mientras empezaba a caminar hacia mi casa. Pensé que me seguiría, pero noté que no era así, así que me dí la vuelta. Ahí fue cuando lo vi de aquella manera tan graciosa. Lo vi sentado en la acera intentando abrir la bolsa de gominolas con los dientes.

Que adorable :)
ResponderEliminarLas gominolas es que levantan pasiones jajajaja
ResponderEliminarmmm adoro las gominolas estoy de acuerdo con lil despiertan pasiones :P qeu bonito sentimiento oh el amor...
ResponderEliminarQue los reyes te traigan muchas gominolas y amor:)))) muássss:)))
ResponderEliminarEs que los ositos de gominola, son ositos de gominola jaja
ResponderEliminarMe encanta, si Señorita :)
Besotes!