#423

- ¿De verdad sigues empeñado en dar con ella? -dijo Siry.

Bosco pareció fulminado por la pregunta.

- Vamos, Siry, pero ¿qué te pensabas?
- Un tío la secuestra y encierra en una jaula rodeada de ratas, después se suicida y bloquea el cinturón periférico en plena noche... Rädsla escapa antes de que demos con ella, y descubrimos que su secuestrador es nada más y nada menos que su tío. ¿Se puede saber de qué va todo esto?
- Siry... sabes que hay cosas que no te puedo contar, así que no hagas preguntas.
- Pongo a todo mi equipo a tu disposición sin hacerte ninguna pregunta por todos nuestros años de amistad, manipulo y consigo información a la que es técnicamente imposible acceder... ¡Todo por ayudarte! Pero esto está llegando demasiado lejos Bosco. Juro que me apartaré de todo esto si no me dices ahora mismo qué está sucediendo.
- ¡Está bien! - bufó Bosco.- Ya sabes que he estado muchos años fuera... Bien, he estado en Ljus, un pequeño planeta fuera de ésta galaxia.  Ljus estaba gobernado por el rey Annalie, el cual se casó con Karah, una mortal procedente de New York. Intentaron conseguir un heredero o heredera al trono de Ljus, pero tras años de fracaso, decidieron dejarlo. A los nueve meses, tuvieron una inesperada hija, Rädsla. Todo Ljus se emocionó por la noticia, excepto el hermano del rey, Kjetil, el cual tú conoces como Kung Mod. Éste tenía un hijo, Bjorn, quien hubiera sido el rey de Ljus si Rädsla no hubiera nacido.
- Espera, espera... ¿Me estás diciendo que no perteneces a este planeta? -dijo Siry incrédulo.
- Exactamente... El caso es que Kjetil no quería que una medio mortal gobernase Ljus, pues no creía que Rädsla pudiera tener el poder de la luz. Por medidas de seguridad, el rey mandó a Karah y Rädsla de vuelta a New York y Kjetil y Bjorn fueron desterrados de Ljus. La idea era que ella volviera cuando cumpliera dieciocho años para gobernar el planeta y sustituir así a su padre, pero el rey fue asesinado por Woodhouse hace tres meses. Éste había sido el mejor amigo de Kjetil y también fue el creador de las sombras. Ellas crearon el apagón general y ellas mataron a los miles de New Yorkinos que aparecieron muertos en todas las iglesias de la ciudad. Son tremendamente peligrosos Siry. Uno creó los monstruos que tan solo los diez cazadores de sombras sabemos matar, y el otro, busca, no solo la venganza por la muerte de su padre, si no el acceso a la corona. Harán lo que sea necesario para matar a Rädsla, por eso tengo que encontrarla antes que ellos.

Bosco se había puesto de pie, llegó hasta la pared y salió al exterior, visiblemente nervioso.

- ¿Adónde vas? -gritó Siry.- ¡Quiero una explicación detallada de lo que me acabas de contar!
- Ya sabes más de lo que deberías Siry. No puedo contarte nada más. ¡Lo que necesito es que me ayudes a encontrar de una maldita vez a Rädsla!