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jueves, 5 de enero de 2012

#347

Evelyn seguía inconsciente, pero estaba viva. No podía dejarla allí. Había vuelto a la vida, y eso no pasaría desapercibido para la ciudad. No todos los días alguien dado por muerto vuelve a respirar. Solo había una salida, tenía que llevársela de allí. Sacó con cuidado los tubos y las jeringuillas atadas a Eve y la cogió en brazos.


Salió al pasillo y buscó las escaleras de emergencia, si salía por allí no lo verían. Abandonaron el hospital y se adentraron el los suburbios de la ciudad. Todo el mundo miraba a ese alto muchacho rubio con una chica inconsciente en sus brazos, pero eso era lo de menos. Tenían que salir de la ciudad antes de que Jeremy supiera lo ocurrido. El movimiento de las invisibles manecillas del reloj marcaban el ritmo de la noche, como si el tiempo quisiera recordarles que se marchaba pronto.


Un taxi amarillo avanzó en su dirección. Dimitri miró a Evelyn con una sonrisa triste en los labios. Levantó el brazo y el coche se detuvo. Abrió la puerta y metió con cuidado a Evelyn en la parte trasera. Se sentó de modo que la cabeza de ella quedaba en su regazo.


- ¿A dónde quieren ir? - preguntó el taxista.
- Al Grand Central Station. 


Una voz murmuraba a su oído: "Deprisa, deprisa, iros, tenéis que salir de la ciudad". Los tímpanos de Dimitri estaban a punto de estallar. Sentía a el aliento de Jeremy en su nuca. Iba a matarlo, pero primero tenía que poner a salvo a Evelyn. Los pulmones le oprimían el corazón, provocándole una sensación de vértigo que aborrecía.


Llegaron a la estación y Dimitri volvió a cargar en brazos a Evelyn. Dimitri bajó los escalones de dos en dos, compró los billetes en cuestión de segundos y se aventuró a buscar su tren. Los paneles electrónicos que colgaban del techo anunciaban la próxima salida a su destino en un minuto y veintidós segundos. Aún no había llegado a la plataforma, por lo que tuvo que acelerar su carrera desenfrenada. 


Sonó un extenso timbre y la cuenta atrás de los segundos empezaron a parpadear en los letreros. Las puertas del tren se estaban cerrando cuando consiguió llegar a él. Dimitri corrió empleando sus últimas fuerzas y subió de un salto al interior del vagón. El largo viaje le permitiría recuperar el aliento. En unas horas llegarían al que sería su nuevo hogar.

4 comentarios:

  1. Me gusta como enganchas con tus palabras, sigue así.
    Un beso.

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  2. Uff...sentí como mi corazón se aceleraba mientras seguía leyendo, como si yo fuera quien estuviera cargando a Evelyn!!!

    Espero el próximo capítulo (:

    Saludos!

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  3. como te explico como me encanto?
    es geniiiiiiaaaalllll
    besitos!

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  4. Espero que la historia acabe bien...

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¡Hola! Acabas de decidir garabatear algo para mi, espero de todo corazón que te haya gustado mi blog.
¡Un besito! ¡Y gracias por pasar!
(¡Ah! Y no olvides que puedes quedarte en el desván ^.^ )