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jueves, 1 de septiembre de 2011

#277

Llegó un momento que su corazón explotó de tanto amor que había dentro. Susana nunca pensó que todo lo que ella sentía por Alberto era tan insignificante en comparación con lo que él guardaba en su pecho.


Esa fue la razón por la cual todo fue de mal en peor, de que aquella noche Susana estuviera en la sala de espera del hospital St Jude. Llevaba ya varias horas allí y su agotamiento la hizo dormirse en aquellos sillones verdes. Había pasado la noche entre lágrimas, mientras dejaba que los médicos tuvieran entre sus manos aquel tremendo corazón. Pensaba que era su culpa, que tal vez, si no le hubiera abrazado cuando sus ojos se lo suplicaron, si no hubiera compartido aquellas risas con él, si no hubiera aceptado su amor...


En cambio ahora lo único que podía hacer era echarlo de menos y rezar por que todo saliera bien. Porque por muchos abrazos que le dieran para consolarla, por muchos ánimos que le dieran, muestras de cariño.... ninguno era ni siquiera una mínima comparación con lo que Alberto le daba cada día. 


Porque el siempre fue fuerte, y grande, y con eso de que tenía poderes Susana creía que nada ni nadie podría hacerle daño, que era invencible. Y ahora sólo podía pensar en cómo el amor podía estar matando a alguien.

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¡Un besito! ¡Y gracias por pasar!
(¡Ah! Y no olvides que puedes quedarte en el desván ^.^ )