No te enamoras más de ese que de aquel, simplemente te enamoras antes de uno que de otro. Eso es algo que no tenemos en cuenta al elegir al que será nuestro príncipe azul. Crees que nunca aparecerá alguien mejor, que es inigualable. Crees que estarás enamorado de él para siempre, que es perfecto y que es con él con quién quieres formar una familia. Yo hoy me he parado a pensar en que, si con cada uno de mis enamoramientos, aunque hayan sido platónicos, hubiera tenido un hijo, ahora tendría más o menos treinta y dos descendientes. El amor es una maravillosa locura a la que le falta sentido y a cambio te vuelve idiota. Pero qué le vamos a hacer, me encanta.
viernes, 29 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Treinta y dos! Ni uno más ni uno menos :O
ResponderEliminarEs verdad, creemos que será para siempre, aunque en el fondo sepamos que nada es eterno.
Un beso (con sonrisa torcida)
Hahahaha Me has encantado! ^_^
ResponderEliminarBesitos!!
Hola mimí!! :) Me encanta tu blog y tus entradas son... puf! una autentica pasada! si puedes, pasate por el mio! que lo acabo de estrenar te sigo desde YA! un beso enorme! ;D
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada. Wow, tiene toda la razón:$ jajaja.
ResponderEliminarTe sigo guapa, te espero por el mio:)
PD: me quedo en el desván :33