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miércoles, 9 de marzo de 2011

#164


No podía ser ella. Allí estaba, sentada en aquel banco leyendo "Orgullo y prejuicio". Su larga melena rubia rizada caía sobre sus hombros, llevaba puesto el vestido que le regalé una semana antes de su desaparición, aquel vestido azul marino con topos color naranja. Estaba hermosa, radiante. 5 años, hacía cinco años que ella desapareció y dejó de dar señales de vida. Cinco años en los cuales todo el mundo la dio por muerta. Y ahora estaba allí, delante mío. Me acerqué lentamente y  me senté a su lado.
- Eleonor, te he echado de menos -no pude evitar llorar a mares mientras hablaba- ¿Dónde has estado todo éste tiempo? Desapareciste sin dejar rastro, ¡creí que estabas muerta, todo el mundo lo creía! - dije mientras la zarandeaba por los hombros- Nunca, jamás te perdonaré que te marchases de aquella manera. ¿Dónde has estado? ¡Contesta!
-He estado intentando olvidarte...o perdonarte.
- Y dime ¿lo has conseguido?
-No. 

3 comentarios:

  1. Oh... es una pena cuando uno no logra olvidar a alguien, pero me di cuanta que es imposible... que aunque quieras las personas siempre dejan alguna huella en tu corazón incapaz de borrarla.

    Besos!!

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  2. Es muy difícil conseguirlo,
    hay que aprender a vivir con ello muchas veces...

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¡Hola! Acabas de decidir garabatear algo para mi, espero de todo corazón que te haya gustado mi blog.
¡Un besito! ¡Y gracias por pasar!
(¡Ah! Y no olvides que puedes quedarte en el desván ^.^ )