martes, 28 de septiembre de 2010
#47
Es como esos momentos después de horas sentada en el suelo de un callejón solitario llorando, te levantas y piensas que, a lo mejor, por un casual aparezca él, diciéndote que tenía que venir a buscarte porque estaba preocupadísimo por cómo habías salido corriendo. Pero no, nunca está. Menuda ilusa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
¡Hola! Acabas de decidir garabatear algo para mi, espero de todo corazón que te haya gustado mi blog.
¡Un besito! ¡Y gracias por pasar!
(¡Ah! Y no olvides que puedes quedarte en el desván ^.^ )